martes, 26 de noviembre de 2013

Fragmento de El príncipe de fuego y la princesa de hielo Parte I

El príncipe de fuego y la princesa de hielo se miraron fijamente a los ojos en la sala de los espejos. Se amaban desde hace años pero sabían que su amor era imposible. Desde hace cientos de años El Reino del Fuego y el Reino del Hielo han permanecido en constante guerra, sus reinos eran enemigos y jamás aceptarían su unión. Pero eso no era lo único que les impedía estar juntos. Sus cuerpos, sobretodo el de la preciosa princesa era incapaz de permanecer junto al de él, un leve contacto hacía que ella sufriera el peor de os dolores, la simple presencia del príncipe le causaba fuertes dolores. Un beso, un abrazo, una caricia , gestos de amor que toda pareja enamorada se ofrece era algo que ellos dos no podían darse. Él la podía matar de un abrazo o si permanecía el tiempo suficiente con ella.

Y por eso se encontraban allí, en la sala de los espejos del oculto Castillo del Olvido, uno de los siete castillos ocultos de toda Kartia, que reinan cada uno de sus planos y el Limbo. Éste como su nombre indica era el castillo del temido Limbo.

Ambos mantenían la mirada. Él pudo observar como ella intentaba ocultar su dolor, comenzaba a sufrir a su lado, algo que el príncipe odiaba con todas sus fuerzas. Debían estar seguros de lo que iban a hacer, les había costado mucho encontrar ese lugar y sabían las consecuencias que conllevaría cruzar los espejos hasta el lugar donde las almas son olvidadas. Allí podrían vivir juntos, podrían amarse, podrían hacer lo que toda pareja enamorada hace, a pesar de que ello conllevara que ambos fueran olvidados para siempre en Kartia.

-Estás preparada...-le susurró él.

Ella asintió y le sonrió. La sonrisa más sincera y bella de la que los dioses han sido testigos, la sonrisa de una chica enamorada que ve cumplido el mayor de sus sueños. Se dieron la mano apretando con fuerza y sin mediar palabra cruzaron los espejos.

Nadie volvió a recordarlos, nadie tan si quiera sabía de su existencia hasta que una pequeña niña nacida de un roble, con el don de albergar cada uno de los recuerdos de Thaindor y sus habitantes, comenzó a hablar de ellos para traerlos de vuelta del Limbo. La pequeña contaba la historia del príncipe de fuego y la princesa de hielo a todo aquel que conociera, poco a poco y gracias al boca a boca la historia se conoció en toda Kartia, todos se conmocionaron con la preciosa historia de amor que les había llevado a algo peor que la muerte, incluso muchos Dioses lloraron por ellos, pero pese a lo que mucho creían aquello no fue en vano.

De repente volvían a estar allí en la sala de los espejos. Habían pasado cientos de años desde que habían cruzado hacia el lugar del olvido, y en todos ellos habían estado solos, ni siquiera habían podido encontrarse y sufrir juntos el dolor que era que todos te olvidaran. Su plan había fracasado  y habían perdido un tiempo valioso. La princesa cayó al suelo de rodillas y comenzó a llorar. En ese instante supo que jamás podrían estar juntos. Él tenía el corazón destrozado, la miró detenidamente, podía ver cada pedacito de su alma, roto, desesperado, triste, y no lo podía soportar. Sin mediar palabra, se marchó dejándola allí, sola, con el alma hecha trizas.

Durante siete días y siete noches ella permaneció en aquella sala, llorando y maldiciendo su destino. Pensó varias veces en volver al Limbo, en darle a él la oportunidad de vivir, pero no tuvo la fuerza suficiente de volver para sufrir lo que había sufrido durante años en aquel lugar. En la mañana de octavo día después de su regreso, la princesa recogió cada pedacito de su alma y los guardó bajo una enorme capa de hielo en su corazón, solo entonces, pudo marcharse de aquel lugar.  Volvió al único lugar donde podía estar, donde sería bien recibida y donde podría ser útil, volvió al Reino del Hielo. Lo que encontró allí no fue lo que ella esperaba. La aldea del hielo estaba destruida, el castillo del hielo había sido derretido para después congelarse en el peor de sus estados, paredes destruidas, salones destrozados, estatuas, reliquias, todo hecho una dura placa de hielo que atrapaba en su interior a miles de cadáveres de ambos reinos. Entonces lo comprendió todo. Sin ella el reino era débil y había sucumbido ante su eterno rival. Vio el humo del volcán Eldur y sintió rabia, el reino del fuego había conseguido lo que llevaba queriendo desde hacía cientos de años. Apartó la mirada para centrarla nuevamente en su castillo y fue entonces cuando le vio, erguido como si él no hubiese soportado esa guerra, como si nadie fuera capaz de destruirlo, allí estaba el trono de hielo que antaño había estado situado en lo más alto del castillo. Ahora, aunque a ras de suelo, lucía como un rayo de esperanza. Sin dudar un instante se acercó a él y se sentó sintiéndose triunfante ante tanta desolación. Y fue entonces cuando comprendió su destino, jamás podría estar junto a su príncipe, jamás serían felices, ni juntos, ni separados, aquella vida no les pertenecía y no podrían vivirla como ellos deseaban. Cerró los ojos y con una sonrisa en el rostro se fundió con el trono haciendo una única placa de hielo, como si de una estatua se tratase. Allí permanecería, indestructible recordando que la vida o siempre le pertenece a uno y sonriendo por haber aceptado de una vez aquella terrible premisa.

Pasaron los meses y el cuerpo congelado de la princesa permaneció intacto fundido con el trono del que había sido su reino, hasta que el príncipe volvió a por ella. Besó su mejilla y lloró sobre sus rodillas durante siete días y siete noches hasta que ella volvió. La sonrisa que durante todo este tiempo había adornado su rostro se borró de inmediato al verle, no porque no deseara que estuviera frente a ella, si no porque una vez más algo le indicaba que se podía luchar frente al destino impuesto.

-Visité al chamán y me dijo que la respuesta está en uno de los Siete Castillos.-le dijo él mirándola esperanzado.

El muro de hielo que protegía su alma rota se derritió por completo y levantándose del trono mirando fijamente a su amado, le instó para ir a buscar otro castillo.

Tardaron años en encontrar el segundo castillo oculto, éste era el Castillo de los Astros. El chamán les había aconsejado éste porque en él sus almas podrían vivir juntas sin importar su cuerpo, podrían besarse, amarse, y vivir la vida que siempre habían querido,y parecía que por fin todo aquello iba a hacerse realidad.

Permanecieron en silencio ante sus enormes puertas.En el momento que las atravesaran sus almas poco a poco se despegarían de su cuerpo y si conseguían encontrar la Sala de las Estrellas, podrían por fin, cumplir con el mayor de sus sueños. Y tras mucho sufrir en aquel castillo, allí se encontraban en la Sala de las Estrellas, observando cada una de ellas, si se acercaban lo suficiente podían ver a las grandes escritoras escribir cada uno de los destinos de los habitantes de Kartia. La princesa busco a su Dasta, su escritora , y allí la encontró con su pluma única observándola, esperando a que actuara. Se asustó y se apartó rápidamente de la pared estelar topándose con su amado que estaba enfrascado en la búsqueda de su Dasta. El golpe lo alertó e hizo que cesara su búsqueda.

-¿Tienes miedo?-le preguntó en un tono dulce mientras la acariciaba sin tocarla.

La princesa asintió y cogiendo la mano del príncipe le obligó a acariciarla. El dolor recorrió su cuerpo mezclado con un tremendo placer de haber sentido a su amado.

-¡Hagámoslo ya!-dijo ella deseosa de poder sentir esas caricias sin que fuese una tortura dulce.

Volvieron a cogerse de la mano y atravesaron la pared estelar para después volver nuevamente a la sala de donde habían venido,aunque esta vez de forma astral. Ambos vieron sus cuerpos sin vida, sin alma en el suelo de la sala, les impactó pero el deseo de abrazarse y tocarse fue superior. Rápidamente los príncipes comenzaron a tocarse, a besarse, a sentirse el uno al otro, algo que hasta ahora había sido prácticamente imposible. La pasión les dominó y durante siete noches y siete días se entregaron al placer de sentirse uno, de hacer el amor.  Pasaron los años y ellos mismos se proclamaron los príncipes de ese castillo, construyeron en él una sala que albergaría el cuerpo de cada uno, protegiéndolo así de cualquier intruso. En la sala de fuego, yacía el cuerpo del príncipe, y obviamente en la del hielo, el de la princesa. Vivieron felices durante todo ese tiempo haciendo lo que siempre habían deseado hasta que poco a poco, las caricias cada vez eran menos placenteras, los besos menos sabrosos y  hacer el amor menos mágico. Sus almas llevaban demasiado tiempo separadas de sus cuerpos y empezaban a perder el placer sensorial que éste les ofrecía. Sus almas se amaban y podían disfrutar de ello, pero sus cuerpos estaban totalmente separados y les impedía sentirse. La princesa volvió a entristecer y el príncipe sintió como tanto su corazón como el de ella se volvían a romper. Él se sentía frustrado, había vuelto a fracasar y volvía a verla triste, desconsolada. No existía mayor dolor para él que verla de aquella forma. Sin decir ni una palabra, se marchó a buscar ambos cuerpo, el de su amada y el suyo y volvió a llevarlos a la Sala de las Estrellas, después cogió la mano de su amada que yacía de rodillas en la sala del trono y la llevó junto a los cuerpos. Ella comprendió en seguida lo que él le estaba proponiendo. Se enjugó las lágrimas y dándole la mano volvieron a cruzar la pared para que sus almas volvieran a sus cuerpos.

Y ahí volvían a estar, sin poder besarse, sin poder tocarse. La desesperación comenzaba a hacer mella e ambos y podía verse a simple vista. El pelo rojo intenso del príncipe poco a poco se apagaba y los preciosos ojos azules de ella se volvían cada vez más blancos y apagados. Incluso la belleza que había caracterizado a los dos príncipes les comenzaba a abandonar, pero a ellos no les importaba, pensaban luchar hasta el final de sus días, hasta que los Dioses quisieran.

Nuevamente comenzaron una nueva búsqueda esta vez para encontrar el Castillo de la Noche, donde tal vez Caín podría ayudarles.

...continuará.

Licencia de Creative Commons
El príncipe de hielo y la princesa de fuego by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional License.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Detrás de la Leyenda-La Sangre del Demonio.

Imagen propiedad de Victoria Francés.
En esta primera entrega de Detrás de la Leyenda os voy a hablar de La Sangre del Demonio. Este título de primera es provisional, pues no estoy segura si le queda bien del todo, aunque conociéndome seguramente sea el título final, pues suelo dejar lo que en un principio pongo.

La Sangre del Demonio es una historia que se situará detrás de Éter y Sangre y es la continuación directa de Los Príncipes de los Piratas y de La Reina de los Piratas.

¿Cómo surgió?

Bueno tal vez antes de empezar a explicar como surgió esta historia debería comentar cómo surgió la idea de las historias anteriores pero creo que eso mejor lo haré en el apartado Detrás de la Leyenda de ambos títulos. Obviando eso, tengo que decir que la idea surgió más que nada por el éxito que tuvieron los fragmentos de las entregas anteriores. Cuando escribí el primer fragmento de La Reina de los Piratas jamás pensé que iba a tener tanta repercusión en amigos y lectores. Es cierto que estuve muy orgullosa de como había quedado el fragmento reconociendo casi de inmediato que sin duda era el mejor fragmento que había escrito en mi vida, pero aún así, no pensé que la historia interesara tanto. Los dos personajes principales llamaron mucho la atención y gracias a eso comencé a escribir los demás fragmentos y empecé con los de Los Príncipes de los Piratas, que tenían que ver directamente (Estos fragmentos nos aclaraban un poco la historia anterior de los otros fragmentos) Es entonces cuando comencé a pensar. Esa historia no debía quedar así, debía tener otro final, debía continuar y dar a los lectores un final más apoteósico y más después de los sucesos de Éter y Sangre.
Así fue, tras un sueño en el que como una película la historia se me presentó, fue cuando decidí que era el momento de presentar esta historia, de escribir un primer fragmentos y de detallar poco a poco lo que ocurrirá en ella.

¿Cuántos libros compondrán esta nueva serie?

Pues aún no lo tengo pensado, pero si puedo será únicamente un libro. La historia es interesante pero tampoco quiero alargarla mucho, junto a los anteriores que complementarían toda la trama sumarían más o menos unos diez libros aproximadamente, así que creo que con uno será suficiente. Además esta historia está pensada para dar punto y final a una trama, así que solo será un libro.

¿Qué historias están relacionadas?

Ya lo he comentado antes pero vuelvo a repetir. Por orden cronológico, la serie Los Príncipes de los Piratas, la serie La Reina de los Piratas, y dos entregas de Las Mujeres de Caín (Cassandra,la hija y Caindra,la hermana). Para complementar la historia tal vez sería buena la lectura de Éter y Sangre también.

¿Quién o quiénes protagonizan esta historia?

Habrá una protagonista única, aunque se rodeará de muchos personajes conocidos de otras historias. La protagonista es una Daimon, llamada Láska que busca venganza. Su búsqueda la llevará a acercarse a su peor enemigo e incluso cabrear al mismísimo Dios de la Muerte. La imagen que encabeza esta publicación, propiedad absoluta de Victoria Francés, es la imagen que hay en mi mente de como es Láska.

Y bueno con esto creo que ya doy la información suficiente para que os vayáis adentrando en esta nueva historia. Espero que os guste y que queráis acompañar a Láska en su viaje de venganza.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Magia y Magos Parte I

En Thaindor la magia juega un papel muy importante. El mundo por completo está creado gracias a ésta y a pesar de que el mundo se alimenta con ella, ésta poco a poco también lo está matando.

Del primer beso de Vanda y Vaen nació Agio, el dios de la magia. Éste permaneció como una pequeña esfera de luz en el universo, como una pequeña estrella. Nadie se percató de que el pequeño Nenkar estaba allí, pero él poco a poco creció, inundó su alma de todo el poder mágico que pudo y tras eso consiguió nacer. Antes de su nacimiento los Nenkars Túmonen habían creado los planetas, y de todos ellos Kartia fue el que a Agio le llamó la atención. En su primer viaje a ese pequeño mundo, comprobó que le faltaba algo, que necesitaba algo de su poder, así que decidió bendecir a Kartia con su don, bendiciendo así el planeta por completo con el don de la magia. Tras ésto decidió bendecir a cada planeta de Thaindor con su don, haciendo que todos y cada uno de ellos tuviera un poco de magia en su interior.

Sus hermanos los Túmonen empezaron a tener el deseo de crear las primeras razas, y Agio decidió bendecirlas  así pues nacieron los elfos, con su pequeño poder mágico. Pero la cosa no terminaría así pues tras la creación de los humanos Agio decidió bendecir a una de las casa de humanos, de la que nacieron los magos. Tras esta bendición, Agio decidió bendecir aleatoramiente a algunos habitantes de Kartia, haciendo así que hubiese magos en todas las razas.

Pero del beso de Vanda y Vaen no solo nació Agio, de los celos de Vaen de pensar que los labios de Vanda podrían besar a otro que no fuese él, de esa ira, de esos celos nació Degio, el banenkar de la magia. Menos poderoso que Agio, puesto que él no podía bendecir con su don a nada ni a nadie decidió crear el "Polvo". El Polvo son unas pequeñas partículas que la magia deja tras su uso, un rastro, una condensación del rastro de la magia. Esta huella, hacía que Degio pudiera absorber poder, el suficiente para poder empezar a bendecir a sus súbditos, a todos los que le seguían. Pero no solo le proporcionaba poder, el Polvo constituyó un medio perfecto para enfermar Kartia. Cuanto más usaban la magia lo habitantes de Kartia, más medios ofrecían a Degio y a Fujea, la banenkar de las enfermedades, para crear nuevas dolencias de índole mágico que eran prácticamente incurables. Las enfermedades mágicas se curan con magia, que crea más Polvo, más poder para Fujea y Degio, por lo que era un circulo vicioso, que jamás tendría fin. Gracias a ello, Nuru consiguió alzarse con el trono, conseguir más poder. (Véase el apartado Deidades de Thaindor-Nacimiento de Nuru)

Así fue como la magia inundó Kartia, el universo entero, y como apareció el Polvo que comenzó a hacer que los magos regularan su uso. (Para saber más sobre el nacimiento de la magia y los magos visita este enlace)

Desde su origen la magia ha sido una parte fundamental de los habitantes de Kartia. Tenemos dos tipos de vertientes, la Magia Sacra, creada por Agio y la magia Arcana, creada por Degio, conocido también como la forma infernal de Agio debido al parecido físico de ambos.

La Magia Sacra: Esta magia es conocida como la magia bondadosa,la magia de los nenkars. Fue creada por Agio y está reconocida por los Sabios como la magia oficial a utilizar en Kartia. Como todas las magias produce Polvo, por lo que muchos son reacios a utilizarla.

La Magia Arcana: Nacida del Polvo y de la ira de Vaen personificada en Degio, es una magia antigua y totalmente prohibida. Su uso en Kartia está perseguido y condenado con la muerte. Está magia al igual que la anterior produce Polvo, en más cantidad que la Sacra, pero también protege a sus conjuradores de sufrir las enfermedades que éste provoca. Se la conoce como Magia Negra, aunque su contraparte no es la Magia Blanca, si no que es la Magia Sacra, que engloba todas las magias de Agio. (Más adelante comprenderéis esta frase.

A esta división se la conoce por división por Ramas.

Dentro de esta división encontramos otra nueva división que puede pertenecer a una de las dos anteriores indistintamente. Esta división se la conoce a la división por Tipo.

-Magia Nacarada:
La magia nacarada es como se conoce a la magia de los elfos blancos. También se puede conocer erróneamente como Magia Blanca, pero es un nombre erróneo, más adelante en la división por utilidad se explicará el porqué de éste error. En este tipo de magia abundan los hechizos de sanación.

-Magia Natura:
La magia Natura o Verde como se la conoce comúnmente es la magia de la naturaleza. Los poseedores de esta magia son los elfos Verdes(Lante) por eso se la conoce con ese nombre. En este tipo de magia abundan los hechizos que causan estados alterados al contrincante.

-Magia Cerúlea:
Conocida comúnmente como la Magia Azul. Es la magia más antigua que existe en Kartia y pertenece a los Elfos de Agua o Ávonos. En este tipo de magia abundan los hechizos elementales de agua.

-Magia Argéntea:
Es la Magia Lunar, (no forma parte de la magia Astral). Este tipo es el que usan los Elfos Oscuros. Abundan los hechizos en objetos, que les otorgan poderes sobrenaturales.

-Magia Astral:
Es la magia de las estrellas, sus hechizos son muy poderosos y difíciles de lanzar. Es uno de los grupos
más raro y más escaso de todo Thaindor. Sus hechizos son capaces de alterar el universo por lo que están completamente prohibidos por los Sabios.

-Magia Temporal: 
Junto a la Magia Astral es una de las magias más rara y poderosa. Es la magia del tiempo. Sus magos son capaces de para el tiempo e incluso hacer viajes temporales. Al igual que la Magia Astral, su uso puede alterar el universo y las distintas realidades de éste por lo que está totalmente prohibido su uso.

-Magia Mental:
Es toda la magia que implique una concentración mental, entre ella destacamos los psíquicos o ilusionistas. En ella abundan los hechizos que manipulan la mente del contrario. Está totalmente prohibido su uso por lo que la mayoría de los que la usan siguen la Rama de la Magia Arcana, por lo que con el tiempo se ha llegado a considerar a la Magia Mental como únicamente Arcana.

-Magia interior:
Es la magia que poseen los Zéneres,Suremas y los Runkos. Viene desde el interior y solo puede ser usada por las marcas rúnicas, pupilares o el don de los Suremas para invocar.

-Magia Telúrica: 
La que poseen los Kartors(no Kartiors estos usan Elemental). Pueden hacer terremotos y mover la tierra se consideraría un elemental pero no del todo puesto que también pueden hacer otro tipo de hechizos.

-Magia So-nora o Musical: 
Es la magia que poseen los Medos, magos musicales, capaces de hacer hechizos con música. Es una magia muy poco común pero no está prohibida.

-Magia Escrita:
Es la magia que utilizan los Criptos. Es una magia antigua y escasa, pero muy útil para preservar lugares u objetos a lo largo del tiempo. Los Magos Criptos escasean, por no decir, que prácticamente no existen, pero si hay muchas razas que utilizan esta magia en sus hechizos. (Ejemplo los Elfos Oscuros) Es distinta a la magia que usan los Runkos, puesto que sus runas están escritas de nacimiento por los Dioses.

-Magia Elemental*:
Es toda la mágica que poseen los neyas. Su poder proviene de los Espíritus de los Elementos.

*La Magia Elemental es distinta a las anteriores, es una magia que proviene de los espíritus de los elementos y no del propio Nenkar Agio o el Banenkar Degio. A pesar de ello se incluye como un tipo más. Los hechizos elementales que pueda poseer cualquiera de los otros tipos, son totalmente distintos y provienen de un poder distinto. Lo más importante de la Magia Elemental es que no crea Polvo.

Además de esta división, los hechizos de cada tipo de magia se pueden dividir según su utilidad. En esta división se vuelve a mencionar, los hechizos elementales pero éstos no son los que los Neyas utilizan, pues cualquier hechizo de Neya es elemental, si no se refiere a los hechizos de los demás tipos de magia que hacen uso de los elementos.

-Magia Blanca:
Es la magia curativa o de protección.

-Magia Elemental:
Es la magia de los 4 elementos y sus derivados.(Agua, fuego, tierra, aire,hielo, electricidad ...)

-Magia Común:
Son todos los hechizos que no pertenecen a los otros grupos.

-Magia de apoyo:
Son todos los hechizos que ofrecen una mejora en los usuarios.

-Magia de defensa: 
Todos los hechizos que ofrecen una defensa a los usuarios.

-Magia Alteradora:
Todos los hechizos que alteran la condición del contrincante.

(Las invocaciones no se consideran hechizos por lo tanto no entrarían en ninguno de estos tipos.)


El nombre de Magia Blanca. Erróneamente se conoce como Magia Blanca a la Sacra y a la Nacarada, a la primera por la confusión de que la Arcana se conozca como Negra y a la segunda por el nombre de la raza que la usa (Elfos Blancos) y porque en ella abundan los hechizos de sanación. La verdadera Magia Blanca, engloba todos los hechizos que son de protección o curación a pesar de que erróneamente en Kartia se mencione para las anteriormente nombradas.

Diferencias entre división de Rama, Tipo y Utilidad. La diferencia de las divisiones se puede ver fácilmente si escogemos un hechizo cualquiera, pero si hay que dar una explicación, debemos puntualizar que la Rama es a elección del conjurador. Todo hechicero nace con la capacidad de crear magia Sacra y magia Arcana, dependiendo de sus propósitos decide si utilizar una rama o la otra o ambas si lo desea. El Tipo viene determinado por la raza, si naces Elfo Blanco, jamás podrás usar Magia Telúrica, y si naces Elfo de Tierra (Kartor) jamás podrás utilizar Magia Nacarada. (solo los híbridos podrían hacer esto, pero obviamente eso se tratará en otro apartado) La utilidad es únicamente para clasificar hechizos. Tu puedes utilizar un hechizo de apoyo de tipo de magia nacarada de rama sacra. La utilidad depende de lo que sea el hechizo, si sirve para sanar, ayudar, proteger...

Hasta aquí tenemos la primera entrada sobre magia y magos en Thaindor. En la siguiente entrada explicaremos los tipos de magos, la clasificación de los hechizos según los sabios y los niveles de los magos.

jueves, 31 de octubre de 2013

La sangre del Demonio-Parte I

Llevaba mucho tiempo planeando el viaje, había tenido que sufrir mucho y hacer cosas que jamás pensaría que hiciera, pero por fin iba a conseguir lo que tanto deseaba. Metió un último traje en su equipaje y se sentó en la cama.

No podía parar de pensar en como se sentiría cuando le viera cara a cara, que le podría pasar por la cabeza al ver a La Dama Blanca sin su verdadero dueño.  Asco y tristeza en las mismas proporciones le recorrían el cuerpo en ese momento. Asco por tener que ver el rostro que tanto daño le había causado y tristeza por ese dolor ocasionado.
De repente el bello de su cuerpo se erizó y sus pupilas se dilataron al sentir una presencia a sus espaldas. Con reflejos felinos se dio media vuelta y se alivió al ver quien había ido a visitarla.

-¡Prima!- exclamó abalanzándose sobre Cassandra que acababa de llegar.

-¿Estás segura de que podrás hacerlo sola?-le preguntó preocupada la Reina de la Noche.

Asintió levemente mientras abrazaba a su queridísima prima y su mejor amiga a la vez. -Estoy preparada para verle y para comenzar con el plan. Seré lo que siempre ha soñado.-

Cassandra le acarició la larga melena rubia platino, que le recordaba mucho al pelo blanco de su tío. -Debes ser fuerte y no dejar que la rabia se apoderé de ti. Eres mitad humana y eso te hace vulnerable.-

La joven se apartó un poco de Cassandra y la miró fijamente a los ojos.-Es cierto, pero para mí es una ventaja para llevar a cabo este plan.-

-Mi abuelo no querría perder a la mejor de sus Daimones, así que debes andarte con cuidado.-

La joven frunció el ceño, hacía mucho tiempo desde la última vez que alguien le había recordado que era una daimon, una nefilim nacida por la debilidad de un firkex. No le gustaba que la llamaran así, nunca había querido pensar que ella y su madre debilitaron a su padre hasta conducirle a su muerte, pero verdaderamente ella había nacido gracias a que el corazón de su padre se había humanizado hasta el punto de amar a su madre por encima de su propia vida. Si, en un demonio era debilidad, pero, ¿Qué demonio se libraba de la debilidad que supone el amor? Pocos podían resistirse, ni el propio dios de la muerte había sido capaz de hacerlo, Cassandra, también era fruto de una debilidad pero su condición de semidiosa no la consideraba una daimon, ella era conocida como "La Reina de la Noche". El mote que Cassandra y su familia le había puesto a ella no le gustaba nada, le hacía recordar constantemente que debía cumplir su plan y no fracasar en el intento, este mote era "La Dama Blanca", que se lo habían puesto por ser la única que sin ser una neya umbrea poseía el poder que éstos tienen y porque su aspecto y poder recordaban mucho al famoso barco pirata.

-¿Qué dice él?-preguntó la joven intentando dejar de pensar en todas aquellas cosas que lo único que hacían era ponerla nerviosa.

-¿You? Pues verdaderamente quiere que deje esa vida, y que se busque un hombre de verdad, que sepa cuidar de ella.- respondió Cassandra.

-Los de su calaña no son lo que se dice los mejores maridos. ¿Verdad?- dijo con una sonrisa pícara.

-Eso dicen de los demonios también.-le respondió Cassandra entre risas.

Ambas se rieron y se miraron con complicidad. A parte de que para ella Cassandra era como una prima, puesto que no eran familia verdadera, ella y Caindra eran las que la habían criado mientras su madre poco a poco se recuperaba.

-You lo único que quiere, es que alejas a su hermana antes de cumplir tu plan.-interrumpió Cassandra.

-Lo intentaré, pero si se interpone tendré que hacer algo al respecto.-dijo la joven mientras se acercaba a su tocador y de uno de los cajones sacaba una pequeña daga que enganchó en su ligero.

-Intenta no hacerle nada, You no me lo perdonaría.-

-¿Es de fiar? ¿Crees de verdad que no se irá de la lengua?-

-Confía en mi prima, él no dirá nada, solo quiere apartar a su hermana de esa vida.-

-Está bien, confiaré en ti. ¿Sabes si Evril y Dávala pondrán hacerme un último favor?-

-No involucres más a Evril, sabes que él odia ser utilizado y básicamente es lo que estás haciendo.- le reprochó Cassandra.

-No le estoy utilizando, solo le oculto parte de la información. Sé que durante el reinado de los Novoes hizo buenas migas con mi enemigo y bueno, no hablemos de Nay, ella...-

-Lo sé cariño.-la interrumpió Cassandra.

-Solo necesito que me ayuden con unos manuscritos.-

-Pídeselo si quieres, pero si puedes evitarlo, hazlo.-

-Tal ve La Ira...-

La daimon dejó de hablar de repente, se escuchaban pasos. Cassandra la miró con las pupilas dilatadas y de repente desapareció. Segundos después tocaron a la puerta.

-Láska, cariño mío, ¿Estás lista?-

Allí estaba su prometido, que la llamaba para emprender el viaje que la llevaría hasta el peor de sus enemigos.

martes, 10 de septiembre de 2013

Fragmento la Reina de los Piratas III: Venganza Parte III

Mair sacó la muñeca del cajón de la mesa de su camarote. No pudo evitar sentir como la angustia inundaba su corazón oprimiéndole el pecho. Recordó a aquella pobre chiquilla que tanto había sufrido por culpa de los Piratas, de lo que él ahora mismo era. Hacía tiempo que ella había desaparecido, pero aún así siempre sentía la necesidad de vengarla al igual que a sus padres.

-Maren...-dijo en un susurro.-Siento que sufrieras tanto por los tipos de mi calaña,siento...-las palabras se le atascaban en la garganta creando un nudo que le impedía continuar. Apretó con fuerza aquella muñeca, lo único que le quedaba de Maren, de aquella pobre e inocente niña a la que había traicionado todo el mundo, incluso él mismo.

Aguantó las lágrimas, dejó encima de la mesa la sucia y rota muñeca de trapo y se levantó de su cómoda silla para mirar el horizonte por la gran ventana que el camarote tenía. Estaba atardeciendo, el cielo rojizo presagiaba mal tiempo algo que debía preocuparle a un capitán. Pero Mair estaba demasiado absorto en sus pensamientos, tenía que acabar con Drake, tenía que conseguir vengar a todos los que él había querido y el demonio se los había arrebatado. Cerró los ojos. La oscuridad le recordaba a él, pero no le importaba, en aquellos momentos quería escuchar a su mente, a su corazón. Pero éstos querían jugarle una  mala pasada.

Allí estaba la pequeña tirando de los cabos como si lo hubiese hecho durante su corta vida. ¡Maren! Se dijo a si mismo el pirata dejando que su mente lo llevara a aquel recuerdo a pesar de que sabía que le dolería.

-¿Lo hago bien?- dijo la pequeña.

-Átalos al mástil.-

La niña sonrió y obedeció. Mair recordaba aquella sonrisa, recordaba la pureza que desprendía, la inocencia que reflejaba. En aquel momento a penas llevaba unos meses en el barco, todos los tripulantes la respetaban, se hacía pasar por chico como su capitán y tutor le había aconsejado y la verdad es que lo hacía muy bien. Mair conocía su secreto y la veía como una dulce niña luchadora que solo buscaba un lugar donde encajar. Se parecía mucho a él y tal vez eso fue lo que hizo que el joven confiara en la niña más que en nadie en el mundo. Ella le escuchaba y animaba a cumplir su cometido. ¡Maren! Volvió a pensar el joven abriendo los ojos para evitar recordarla durante más tiempo.

-Juro que ese demonio pagará por todo lo que nos ha hecho.-dijo enfurecido cerrando los puños y apretando los dientes.-Acabaré con él, acabaré con todos los que nos hicieron esto y juro que cumpliré tu sueño...-

El joven se giró nuevamente hacia la mesa y se dejó caer en la silla.-Donde quiera que estés te proclamaré la reina de los piratas y...-el nudo volvió a instalarse en su garganta. Golpeó la mesa con fuerza haciendo que los mapas se arrugaran un poco. Sintió las punzadas de dolor que hacia años había sentido con la pérdida de la niña y de un manotazo tiró todo lo que había en la mesa al suelo.

-¡Te odio Drake! ¡Te odio a ti y a toda tu estirpe!-gritó enfurecido clavando una de sus dagas en el mueble de madera de roble. Su mirada se perdió unos instantes en la habitación cegada por la ira, pero segundos después se posó sobre la raída muñeca. ¡Maren! Recordó como odiaba la niña los enfados, como odiaba enfadarse y ver a alguien enfadado. Rápidamente se acercó a la muñeca y la cogió con dulzura.

-Maren...mira en lo que me he convertido.-El joven calló de rodillas al suelo.-Soy igual que ellos...-dijo desolado.-Soy lo que ambos odiábamos,soy....-suspiró con fuerza y dijo las palabras como si le costara pronunciarlas.-Soy un pirata.-Apoyó la cabeza en el suelo como si estuviese haciendo una reverencia y se echó a llorar. Él no se quería llegar hasta ese extremo, no quería convertirse en lo que tanto había odiado. ¿Qué le diferenciaba de Drake? ¿Qué le diferenciaba de su padre, Dagal, El Despiadado? ¿Qué le diferenciaba de los demás príncipes? No se había ganado el mote de Mair, El Sanguinario por ser buena persona, había asesinado, había violado, había mutilado, saqueado, torturado...El joven golpeó el suelo con rabia pensando en la enorme lista de atrocidades que había cometido. ¡Esto es ser un pirata! ¡Esta es la vida que elegí! Se tumbo en el suelo de madera del camarote azul. ¿Eran ciertas las leyendas que camarote de El Alma Azul entristecía los corazones? Mair se enjugó las lágrimas con las magas de su camisa y comenzó a cantar en susurros una canción pirata.

Así es la vida de un pirata,saquear tras la victoria y nada dejar....En cada puerto un amor, después del ron...

El joven suspiró nuevamente. No recordaba la letra de aquella canción que a Maren tanto le gustaba. Pensó unos instantes y repitió las pocas frases que recordaba intentando que la continuación de ellas le viniera a la cabeza.

-Hey,hey, así mi vida es, Hey, hey, de pirata ya lo veis.-dijo el joven dando por finalizada la dichosa canción.

La oscuridad ya se había apoderado de la estancia, si no encendía pronto las lámparas de aceite pronto no llegaría a ver más que lo que las lunas le dejaran. No le importó. En la oscuridad sentía la presencia del demonio, sentía a Drake cerca y eso le hacía poder pensar con más claridad su venganza.

-¡No me arrepiento Maren!-dijo como si la niña pudiese escucharle.-Si, me he convertido en lo que odiábamos, en lo que te prometí que no sería.-

El joven tiró con fuerza la muñeca estámpandola contra la pared de la estancia. El juguete cayó al suelo tras el golpe perdiendo la cabeza que rodó acercándose al joven y quedándose justo del derecho, observándole, como si se tratase de la mismísima Maren que le recriminaba su actitud con aquella mirada sin vida.

-¡No me mires así!-dijo dándole una patada a la cabeza de tela.-¡Es lo que soy! ¡Es en lo que me he convertido!- dijo enfurecido. -Hubieses pensado antes las consecuencias que la venganza conlleva.-

El joven respiró hondo, se incorporó y cogió la cabeza y el cuerpo de la muñeca. Encendió una de las lámparas y después se dirigió hacia su mesa. De uno de los cajones sacó un hilo y una aguja para acto seguido comenzar a coser a la malparada mujercita de trapo. Había hecho eso tantas veces, que a pesar de no ser un buen costurero, conseguía hacerlo de forma muy rápida. En cuestión de pocos minutos terminó de unir las partes y volvió a dejarla dentro del cajón donde la había sacado.

-Lo siento Maren, es lo que soy, me gusta ser así.-apoyó los pies sobre la mesa y miró el cuadro que había en frente. El Sanguinario lucía sus mejores ropajes en la proa de su barco. Odiaba ese ostentoso retrato. ¿Por qué todos los Príncipes tenían que tenerlo? Cogió la daga que había clavado en la mesa antes y se acercó a la pintura.

-¿Este es quien quieres ser Mair?- se preguntó a si mismo. Desde su interior él mismo se respondió. "Si, si es necesario para llevar a cabo mi venganza" pero justo al terminar de pensar la última de las palabras recordó a la pequeña.

-¿Por qué los Piratas son tan malos? ¿Por qué tienen que matar a la gente inocente?-

-No lo sé, pequeña.-

Recordó su llanto y la angustia inundo su pecho nuevamente. ¡Oh Maren! Replicó en sus pensamientos. ¿Por qué me haces esto? se dijo desolado. Acto seguido cogió la daga y la clavó en el cuadro, justo en el pecho del que se suponía que era él.

-La venganza duele, necesita de paciencia y fuerza de voluntad-arrastro el cuchillo rajando la pintura. -He cambiado, he cambiado mucho desde que empecé mi periplo vengativo.- sacó el cuchillo del cuadro y volvió a clavarlo para deslizarlo y hacer otra raja.-Pero tú aún estás en mis recuerdos Maren, tú, aún haces que siga teniendo conciencia.-Repitió la misma operación desgarrando la pintura otra vez. -Soy un pirata Maren, soy hijo de un Príncipe Pirata y he de asumirlo.- Por último clavó el cuchillo en la pared y cogió el cuadro y ayudándose de su rodilla lo partió en dos. Tiró el destrozado retrato al suelo y después se dirigió hacia la mesa, al cajón, a por la muñeca.

-Pero... que sea un pirata...- Mair volvió a coger el cuchillo y con él clavó la muñeca en el lugar donde hacia unos segundos se encontraba el retrato. - Que sea un pirata no hace que me olvide de que tú fuiste la que me dio fuerzas para empezar esto. Tú eres la princesa, la reina de los piratas.-

Dicho esto volvió a su silla y se sentó observando a la muñeca.

-Directriz 12, cada Príncipe deberá llevar su retrato oficial en el camarote, que le protegerá de los ataques de los demás y denominará soberano de los mares en los que reina y del barco en el que se encuentre. -dijo con voz ronca imitando al gordo borracho que solía hablar en las Asambleas.

Mair se echó a reír y comenzó a cantar.- Las reglas y normas jamás cumpliré, hey hey, esta mi vida es, mi barco es mi casa, yo mando en él , hey hey  de pirata lo veis.-

Como un designio del destino, la letra vino a él cuando menos lo esperaba. Recordando la canción al completo y sacando de una de sus vitrinas una buena botella de ron, el joven se pasó toda la noche cantando y bebiendo, haciendo vida de pirata.

-Ron y canciones por doquier, y la compañía de una mujer...-


Licencia de Creative Commons
La Reina de los Piratas III: Venganza by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Deidades de Thaindor Parte I

Aumos: Se conoce por este nombre a las dos primeras deidades que nacieron de la nada en el vacio oscuro que Thaindor era antes de su creación. Estas dos entidades son los creadores de Thaindor y se debe hablar de ellos refiriéndose a  Los Supremos o Aumos. Son los padres de los Nenkars. Se llaman Vanda la Aumo del Orden y Vaen el Aumo del Caos. Los Aumos no habitan ningún lugar, las leyendas cuentan que se dispersaron y creando la magia y el polvo aunque muchos creen que viven en el Limbo. Para muchos otros, ambas historias son ciertas.

Nenkar: En cualquier lengua hablada en Thaindor significa DIOS DEL BIEN o DEL ORDEN. Hay muchos Nenkars, la mayoría habitan el Séptimo cielo, aunque muchos por la función que desempeñan, por comodidad o simplemente por que quieren estar cerca de sus fieles, viven en Kartia o pasan la mayor parte del tiempo viajando a ella. Existen diferente tipos de Nenkars, los más poderosos son los Nenkar Túmonen.


  • Nenkars Túmonen: Son los Nenkars Creadores, los dioses de los cuatro elementos principales que crearon el mundo, para después dar pie a la vida.
  • Joenenkars: Los Nenkars por derecho. Solo existe uno de ellos que consiguió tras mucho sufrimiento conseguir hacerse un hueco en el Séptimpo Cielo de los Dioses. El único Joenenkar existente hasta la fecha es Lúmeter, Dios de los Teriántropos©.
  • Kunenkars: Estos son semidioses, hijos de dioses con Joenenkars o hijos de dioses con alguna otra entidad que tenga poder divino. Los Kunenkars más famosos son las Siete Hermanas y los Ángeles. 

Además de estas tres distinciones los Nenkars se dividen según la división generacional, que consiste en agrupar a los dioses según en la generación en la que han nacido y cuan alejados están de los primeros dioses o los Dioses Creadores. Esta división no es importante, únicamente la usan los habitantes de Kartia, puesto que ha sido creada por ellos. Los Nenkars solo distinguen las tres divisiones anteriores, aunque se consideran todos iguales.

Banenkar: En cualquier lengua hablada en Thaindor significa DIOS DEL MAL o  DEL CAOS. La mayoría vive en los diferentes planos que constituyen Kartia aunque los más poderosos suelen pasar gran parte de su tiempo en el Séptimo infierno. La jerarquía existente en los Nenkars no se aplica a los Banenkars. Estos únicamente tienen un Rey supremo que es Nuru, reconocido como el poder puro de Vean, el Aumo del Caos. A pesar de ello también existen los Kunbanenkars que son los hijos de un Banenkar con una entidad que posea algún poder divino. El Kunbanenkar más famoso es Caín, hijo del mismísimo Nuru, Banenkar de la Muerte y Lilith, una de las Siete Hermanas.


Otros individuos relacionados con los Nenkars o Banenkars:


  • Yuenenkars o BanYuenenkars:  Son los hijos de cualquier entidad con poder divino, incluyendo los Nenkars y Banenkars con un habitante de Kartia, humano, elfo....  El Yuenenkar más famoso es el hijo de Lúmeter y Sika, Nenkars de los teriántropos y los animales respectivamente. Éste a pesar de que debería haber nacido Kunenkar se le dotó de mortalidad, algo característico de los Yuenenkars, por eso es considerado uno de ellos.
  • Los Firkes o Firkex: Son aquellos individuos que las deidades adoptan como hijos legitimos, como podría ser el caso de algunos demonios adoptados por Nuru o algunos mortales adoptados por Nenkars. Se les conoce entre los habitantes de Kartia como los Benditos. La diferencia entre Firkes y Firkex, es que los primeros se usan para los adoptados por Nenkars y los últimos por Banenkars. Uno de los Firkes más famosos es Comharmt, el Rey de los Dragones, a quien Sika adoptó como a su hijo. Uno de los Firkex más famosos es La Ira, uno de los Jinetes de Nuru y que el Dios considera como a un hijo.
  • Los Silmes y Silmex: Estos son los siervos de los Nenkars. Hay diferentes tipos de siervos, desde sus mismos hijos a espíritus que hacen la función del Dios en Kartia. La diferencia entre Silmes y Silmex es la misma que los anteriores, unos pertenecen a los Nenkars y otros a los Banenkars. Los Silmes más famosos son los Espíritus de los Elementos o los Jinetes del Paraíso, aunque hay muchos más como podrían ser las Valquirias, Paladines, Templarios e Isires, entre otros. Los Silmex más famosos son los Demonios.
  • Los Nefilims: Son individuos hijos de alguno de los siervos de las Deidades con otro siervo o con un humano. Se diferencian entre ellos por ser Puros o Impuros, algo que se explicará en el apartado correspondiente de la sección de Silmes y Silmex. 
Tras la aclaración de los principales tipos de Dioses y puntos a saber sobre ellos, termino esta primera parte dedicada a las Deidades de Thaindor. En la siguiente hablaremos de los Aumos, profundizando en su nacimiento y sus poderes. 

Licencia de Creative Commons
Leyendas de Thaindor by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Información sobre Kartia y el universo Thaindor.

Bueno en la entrada anterior que me ha dolido mucho escribir, he mencionado que quería hacer una entrada con información a cerca de algunas cosas sobre el mundo y bueno, como son bastantes cosas creo que tendré que dividirlo en varias y no saturar al lector con infinidad de datos.

En esta publicación, pretendo desgranar las secciones que voy a tratar poco a poco en estas publicaciones informativas y además quiero hacer unas cuantas aclaraciones que tal vez no hayan quedado claras. Así que sin más dilación empezaré con estas aclaraciones y por último con los apartados a tratar en futuras entradas de información.

Muchos amigos me han venido preguntando a cerca de los fragmentos que escribo aquí y que relación guardan todos ellos con XIII Reinos, alegando también que son historias totalmente distintas, con personajes distintos y que será difícil de conectar. A la mayoría ya les he aclarado el asunto, pero como veo que es algo que no llega a quedar del todo claro voy a hacerlo una vez más.

Leyendas de Thaindor es una recopilación de libros que cuentan la historia de Thaindor, un universo enorme y mágico. Esta recopilación estará dividida en sagas, que serán desde trilogías, pentalogías a libros sueltos. Cada una de esta saga tendrá un protagonista y una historia. Muchas de las sagas compartirán protagonista puesto que se seguirá contando la historia del personaje, antes o después de la saga anterior.

¿Se relacionan todos los libros entre sí? Sí, todos tienen relación. Verdaderamente con las historias que se muestren en las saga, en cada libro, lo que pretendo hacer no es contar únicamente la historia del personaje si no la historia del mundo. Seguiremos los acontecimientos que van pasando en el mundo a través de sus protagonistas.

¿Siguen un orden cronológico? Los libros una vez que todos estén publicados seguirán un orden cronológico aunque el primer libro que se publique será XIII Reinos: La extraña herencia, historia que no es la primera cronológicamente hablando.

Entonces, ¿Hay que leerlos en un orden determinado? Algunos sí, otros no, pero tranquilos que eso lo especificaré en la guía de lectura cuando vaya poniendo los fragmentos de cada una de las historias. Como consejo , es mejor que XIII Reinos sea la primera lectura de la saga a pesar de no ser la primera cronológicamente hablando.

¿Qué relación tiene este personaje con este otro? Poco a poco iré poniendo un apartado de personajes, como comprenderéis hasta la publicación del libro no podré hacer adelantos de la historia de los personajes pero si que podré aclararos algunas cosas sobre los fragmentos y sus personajes.

¿Tendrán los personajes ilustraciones para poder conocerlos mejor? Lo bonito de la lectura es que tú mismo te imagines el personaje en base a mi descripción pero igualmente si todo va bien mi ilustradora se dedicará a hacer los retratos de los personajes para cuando suba las entradas que nos den su información.

¿Cuántas razas hay? Hay muchas razas, me dedicaré a escribir unas cuantas entradas aclarando cada una de las razas.

¿Que diferencia hay entre Kartia y Thaindor? Esta pregunta para mí es de las más importantes y por eso he decidido responderla al final de la ronda de preguntas frecuentes. Thaindor es el universo, que englobaría, los planetas, el espacio etc. se refieren a Thaindor como a todo el universo. Kartia es el planeta que órbita a través del Sol en el inmenso espacio de Thaindor. Básicamente Kartia es la Tierra para nosotros y Thaindor el espacio.

Y tras estas aclaraciones que quería hacer os paso a comentar los aspectos que quiero detallar en las siguientes entradas de información. Estos aspectos tratarán de que poco a poco entendáis el mundo de Thaindor y os adentréis en él, además también tendrá relación con nuevas historias o fragmentos que he escrito o voy a escribir.

-Primer punto: Las razas, se que son importantes y las detallaré, todo lo que pueda. Aunque es de las entradas más importantes que debería hacer, tal vez no sea la primera porque me encantaría poder hacer un dibujo o boceto de cada una de ellas así que me llevará un tiempo.

-Segundo punto: He estado indagando sobre algunas cosas para poder hablaros de lo que serán siervos de los dioses, aunque primero he de hablaros de los dioses, así que al igual que las razas os hablaré de ellos aunque esto si que podré hacerlo antes puesto que no quiero ponerme a hacer dibujos de los dioses, al menos por ahora.

-Tercer punto: Como he dicho tengo que hablaros de los siervos de los dioses, esto me llevará bastante tiempo y puedo que más de una entrada, pero es importante para una nueva historia que estoy pensando.

Cuarto punto: Hablaré de los elementos, no solo los elementos básicos, que son el fuego el agua, el aire y la tierra, si no también los elementos que existen en Kartia, que son más de estos cuatro básicos y me servirán

Quinto punto: Por último por ahora hablaré de dos grandes religiones paganas en Kartia, tendré que hacer una entrada más extensa sobre religiones pero quiero comenzar con esta porque como ya digo me viene bien para algunas historias que estoy por escribir.

Sexto punto: Sé que he dicho que el quinto era el último pero dejo este sexto punto para todas las cosas que tenga que contar acerca del mundo y que no he mencionado antes porque o no tengo pensado aún su publicación o simplemente no me he acordado en ese momento.

Con esta enorme entrada me despido ya por hoy, que son las cuatro de la madrudaga y tengo que despertarme pronto para seguir con algunas cosas de mis historias.

También quiero deciros que las preguntas acerca de la saga son bienvenidas, podéis dejarlas aquí mismo, en los comentarios en un mensaje privado en la página web. ¡Gracias a todos por leerme!

viernes, 6 de septiembre de 2013

¡Se original por favor!

Hoy vengo un poco desanimada y eso que pensaba hacer una enorme entrada, tal vez debería dividirla en partes, sobre los ángeles, los demonios, los siervos de los dioses, los cielos e infiernos , los elementos y religiones más importantes de Kartia.

Pero como comento, vengo desanimada, y es que ayer yendo en el autobús hacia la universidad pensé en algunos matices sobre una raza y de repente como una revelación me vino a la mente una cosa. ¡Me están copiando descaradamente y no hago nada! Si, eso mismo es lo que ocurre, y es que resulta que quien lo está haciendo es ni más ni menos que un amigo, si se le puede llamar así, un amigo al que le he confiado miles de ideas, le he pasado mis escritos tanto de aquí como de XIII Reinos y la verdad es que duele. Si fuese el caso que me copiara otro que no conociese, saltaría hacia su cuello como una fiera pero es que es un amigo, un amigo al que le tengo aprecio. ¿Cómo se lo dices? ¿Cómo le acusas de algo así sin que se ponga a la defensiva e intente argumentar que "hay cosas muy parecidas por ejemplo esto..."? Pues no lo sé, y como no lo sé pues sinceramente he preferido no decir nada y escribir esta entrada, esperando que con suerte la lea y se de por aludido.

Yo puedo entender que es difícil hoy en día hacer historias puramente originales e inéditas, pero es que sabiendo que yo doy mucho hincapié en ciertos personajes, en ciertos acontecimientos, etc. y te los he contado, los has leído y eso, ¿Cómo tiene la cara dura de "copiarlos"? Estoy muy pero que muy desanimada.

 Es cierto que si leyerais sus escritos podrías defender su postura diciendo esto no lo has inventado tú, esto no lo has pensado tu primero, y es cierto en su mayor parte, sabéis que suelo coger cosas de algunas mitologías, o leyendas populares y darle mi toque, y de eso me estoy refiriendo, de eso y de basar mis historias en personajes o hechos que a mi me parecen de lo mejor de lo que he creado y que venga otro y empiece a escribir cosas similares. No sé yo, pero si un amigo escribe sobre vampiros que luchan contra cigarras no voy a ir yo a hacer una historia de vampiros que luchan contra salta-montés. No sé si llegáis a entender a lo que me refiero, pero es que con lo mal que estoy, que he dormido poco y que estos sentimientos me cuestan mucho expresarlos, la verdad es que es la mejor explicación que os podría dar, al menos ahora.

Lo dicho, espero que esa persona se de cuenta de a quién me refiero y se planteé dos veces las cosas antes de volver a escribir algo que utilicé elementos claves de mi historia, o calque momentos y hechos.

Os recuerdo que el blog está protegido por copyright, que Leyendas de Thaindor es una marca registrada así como XIII Reinos y todos sus títulos, por lo que tened cuidado al copiar contenido y no especificar de quien es, por que os puede caer una buena. Solo intento entretener a la gente con mis historias, hacerles sentir un buen rato, hacerles adentrarse en un mundo mágico y alejarse de los problemas de la realidad que en los tiempos que corren son muchos, que se me pongan trabas de esta forma y por parte de mis amigos, la verdad es que desanima mucho, pero igualmente, seguiré adelante y conseguiré mi sueño que es que al menos alguien disfrute de Thaindor, de Kartia y sus habitantes, tanto como yo.

¡Gracias a todos los que me apoyais!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Fragmento de El Dragón Dorado I: La caza del dragón. Parte III

-¡Estás loca!-gritó su líder al verla llegar con el huevo.-¿Quieres que los padres nos persigan para hacer con nosotros sopa para la cena?-

-Están muertos, es más ni siquiera sé si el huevo está vivo. No está muy caliente.-

El jefe se acercó a ella y lo cogió, le dio un par de golpecitos y lo observó detenidamente. -Está débil. ¿De qué es?-

-Velociraptor.-respondió Yimin.

-No creo que sobreviva.-le dijo envolviéndole el huevo a la chica.-Y ni se te ocurra volver a alejarte, les he tenido que mentir a los Fua- Peng, para que no crean que incumples mis normas.-

-Lo siento.-susurró la chica.

-Volvamos al claro.

Yimin siguió a su clan hasta el claro donde habían acordado encontrarse con el otro clan.

-¿Qué te crees que haces con ese huevo?- dijo el líder de los Fua-peng.

-Tranquilo, los padres están muertos, no corremos peligro.-

-¿No? ¡Es un huevo de velociraptor! Los reconocería entre miles.-

-Está moribundo, tal vez nos sirva para hacer algún ungüento u ofrenda a los dioses.-

-¿Y si nace?-

-El huevo no está en buen estado.-dijo enseñándole algunas muecas en la cascara.- Puede que incluso esté muerto ya.-dijo Fu Min alzando la voz.

El jefe del clan compañero refunfuñó y dio por zanjada la conversación. Tras hacer una vuelta de reconocimiento por los alrededores del lugar volvieron nuevamente al Jiao para llevar a las mujeres la caza del día. Yimin corrió a su casa para poner el huevo en calor.

-¡You! ¡Mira lo que he encontrado!-dijo entrando en la habitación donde el joven descansaba.

Su hermano estaba solo. Liánhua le había cambiado el vendaje y se había marchado a su casa. El chico intentó incorporarse, rápidamente Yimin dejó en el suelo el huevo y le ayudó.

-¿Qué es?-

-Un huevo de velociraptor.-

-¿Estás...?-

-Tranquilo.-le interrumpió la chica.-Los padres estaban muertos, sus hermanos habían sido devorados y él se salvó de milagro.-

La chica cogió el huevo y lo envolvió en una manta.-Si nace, tal vez podamos domesticarlo.-

Yogum miró a su hermana con escepticismo, pero después pensó detenidamente al escuchar aquellas palabras de la chica. Si lo domesticaban tal vez les serviría para cazar o para comunicarse con los de su especie para que no les atacaran. -Es una buena idea.-dijo el joven.-¿Que ha dicho Fu Min?-

-Él cree que morirá, pero voy a intentar que no ocurra..-

Yimin cogió el huevo y con la manta improvisó un pequeño nido para ponerlo justo al lado de la cama de su hermano.-Vigilarás el huevo durante el tiempo que tengas que estar en reposo.¿Vale?-

Yogun intentó replicar a su hermana mientras se incorporaba un poco más para ponerse de pie, pero ésta le dio un golpecito en la frente para que volviese a tumbarse.-Acuéstate, tienes que descansar.-

-¿Vigilo el huevo o descanso?-preguntó con tono irónico el joven.

-Ambas cosas.-le respondió fingiendo enfado la muchacha mientras comenzaba a quitarse la ropa de caza.

-¿Ha ido bien la caza hoy?-

-Sí.-respondió bastante seca Yimin.

-¿Qué ocurre?-

Era obvio que algo había hecho que su hermana respondiera de aquella forma, la conocía como si de él mismo se tratase.

-¿Sabías que venían los Fua-Peng?-

El rostro de Yogun cambió por completo, pasando de la seriedad a la preocupación en cuestión de segundos. Sabía lo que podría haberle dicho los Fua-Peng, no creían en las mujeres guerreras, seguramente habían interpretado que su hermana fuese como cazadora como una ofensa a todos los clanes. Si hubiese sabido que los Fua-Peng iba le hubiese dicho que no fuera. ¿Por qué Fua-min no le había dicho nada?

-¿Qué te han dicho esos hijos...-

Yimin volvió a interrumpirle.-Nada, creen que has ido tú.-

-¿Yo?-preguntó sorprendido. Sabían que el día anterior el velociraptor le había herido gravemente. ¿Cómo podían creer que se había recuperado tan pronto?

-He fingido estar cansada y un poco desvalida, y se lo han creído.-dijo poniéndose un vestido de seda de color azul con dragones orientales rojos.-Tu armadura también ha ayudado bastante a que se crean la mentira. ¿Por qué me iba a vestir yo con tus cosas?-

Yogun se sintió mal por su hermana, sabía lo mucho que le afectaba que la confundieran con él y se sentía tremendamente triste cuando la veía mal por eso. ¿Qué culpa tenía él de que fuesen exactamente iguales?

-Además has quedado como un auténtico héroe, que aún herido no se pierde un día de caza.-

-Luánhua, sabe que estoy en cama, tarde o temprano se enterarán.-

-Ella no dirá nada.-dijo deshaciendose la trenza del pelo para después volverla a hacer otra vez adornándola con un bonito lazo azul marino.-Su clan no se lleva bien con los Fua-Peng.-

Aquello era cierto, pero igualmente las mentiras siempre acaban saliendo a la luz y por supuesto aquella no iba a ser una excepción.

De repenete escucharon a su madre, que llamaba a Yimin desde la habitación contigua de la pequeña choza. Su casa era una Xugjeipe, una pequeña casa de dos habitaciones, estaba hecha de madera y bambú. Tenía forma cuadrada y el tejado en forma piramidal con las esquinas puntiagudas y que sobresalían de la fachada, algo muy característico de Xian.

-Voy a ver que quiere.-dijo Yimin.

Yimin salió de la habitación hacia la cocina, lugar donde su madre dormía, puesto que la casa era bastante pequeña y no tenían mucho espacio para los tres.La joven no tardó ni dos minutos en volver junto a su hermano.

-¿Qué quería?-

-Que vaya a visitar a Ping, se ha acabado la menta.-

-¿Vas a ir ahora?-

-Sí.-dijo la chica cogiendo de un mesita una bolsa de dinero.-You.-dijo acto seguido la joven acercándose a su hermano.

-Dime-

-¿Por qué me ocultaste lo de los Fua-Peng?-

Yogun sintió una punzada en el corazón, sabía que tarde o temprano las mentiras se acaban descubriendo y no solía mentir por eso, pero en aquella ocasión había sentido la necesidad de hacerlo. No quería que su hermana pensara que era inferior al él por ser mujer, es más él creía que incluso en un combate superaría sin problemas al mejor de los guerreros, incluido el mismo. Pero conocía a Yimin, sabía que aquello haría que pensara que ella no merecía ser cazadora, y por eso le había mentido. Ponía la mano en el fuego a que su hermana en aquellos momentos tenía metida en la cabeza la idea de que no servía como cazadora por el hecho de ser mujer, todo, por que los machistas del clan Fua-Peng, no querían reconocer que algunas mujeres puedan llegar a ser mejores que ellos.

Yogun le hizo un gesto a su hermana para que se acercara a él, la joven obedeció.

-No quiero que pienses que no puedes cumplir tu sueño. puedes llegar a ser la mejor Lièrén si te lo propones y yo voy a ayudarte.-

Yimin sonrió. Solía ser una chica muy jovial y alegre, le encantaba cantar y tocar la pequeña arpa de su padre algo que a Yogun en muchas ocasiones molestaba, él era más serio y disciplinado, pero aún así bajo esa capa de alegría , se encontraba una joven pesimista y de carácter débil, que dependía absolutamente de la fuerza de su hermano para poder alzar la cabeza. Lo que ella no sabía es que su hermano dependía mucho más de ella de lo que la joven lo hacía de él.

-No sé que haría sin ti You.-dijo la joven abrazándole.

De repente escucharon un crujido, no hicieron falta las palabras para que ambos supieran lo que él otro pensaba. ¡El huevo! Los dos chicos se giraron hacia el huevo y vieron como poco a poco la criaturita empezaba a romper el cascarón para salir. ¡Estaba vivo! ¿Qué iban a hacer ahora? ¿Cómo se lo iban a explicar a los otros clanes?


Licencia de Creative Commons
El Dragón Dorado I: La caza del dragón. by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

martes, 3 de septiembre de 2013

El segundo capítulo de Kartia: Puerto Arrecife.

Hace unas semanas os hablé de que un amigo estaba escribiendo una historia basada en Leyendas de Thaindor, ésta se llamaba Kartia: Puerto Arrecife, podéis leer el primer capítulo aquí mismo.

Hoy ya os traigo el segundo capítulo de esta interesante historia, así que no me enredo más y os dejo con el texto y enlace para disfrutarlo.


Nelia Lovegood

Ya era noche cerrada, y la que pensaba por un momento que era Ailén entre el débil alumbrado de las antorchas se sobresaltó. Su cabello rubio platino, sus ojos de un color celeste profundo, su pómulos redondeados, era Ailén, pero al observarla atentamente entre mis hinchados ojos pude...leer más.

viernes, 30 de agosto de 2013

¡Misterio número cinco!

De repente todo el mundo había desaparecido y él se encontraba nuevamente en el desierto que tanto conocía.

Miró a su alrededor solo arena, grandes montañas de arena. Odiaba aquel paisaje, lo odiaba con toda su alma y allí volvía a estar, como la última vez, solo.

Cerró los ojos y recordó las palabras de la Lacrima.

"Y cuando no veas ninguna solució, cuando no quede nadie más, recuerda que solo tú puedes acabar contigo mismo"

Suspiró, para acto seguido dejarse caer en el arenoso terreno.
¿Qué quería decir la última frase?¿Tenía que suicidarse?

"Utilízala,solo tú puedes acabar contigo mismo"

Escuchó la voz de la Lacrima como si estuviese frente a él. La voz de la chica retumbaba en su cabeza.
Miro la daga del éter y volvió a pensar en aquellas palabras. ¿A caso debía suicidarse?

-¿He de acabar con mi vida?-gritó al cielo como si aún allí estuvieran los dioses, que había visto muertos casi al principio de su aventura. 

Escuchó el eco de su voz y le pareció estar acompañado. Recordó esa sensación, recordó a todos los que había conocido en esa aventura, y el dolor se incremento al rememorar la pérdida de todos ellos.

-¿Es este el destino que los dioses me deparan?- gritó desesperado llevándose la daga al cuello y volviendo a escuchar el tremendo eco de aquel desértico paraje.

Pero de repente le vio, allí llegaba la Esclavitud a lomos de su temido caballo. Agudizó su vista y vio que el jinete no lucía como las leyendas contaban. Estaba encorvado y se movía únicamente al ritmo de los pasos de animal que lo transportaba. ¿Estaba muerto?



miércoles, 21 de agosto de 2013

Fragmento de El Dragón Dorado I: La caza del dragón. Parte II

Yogun abrió los ojos y sintió un fuerte dolor en la sien que se trasladó al costado izquierdo justo donde el velociraptor le había apuñalado con la garra. Tenía la boca seca, intento pronunciar unas palabras, llamar a su madre o su hermana pero le costaba mucho hablar.

De repente escuchó las campanillas de la puerta de su casa y a dos personas hablando, una de ellas era su hermana, la otra, no supo reconocer quien era.

Intentó incorporarse pero justo cuando apoyaba su brazo izquierdo en la cama apareció su hermana junto a Liánhua.

-¿Qué haces?¡Acuéstate!-

Yimin rápidamente volvió a acostar a su hermano, ante la asustada mirada de la joven que Yogun tanto amaba.

-Tengo sed.-dijo con dificultad el joven.

Rápidamente Liánhua abrió una caja de madera que llevaba y sacó una botella de cristal con un líquido verdoso. Yogun ni se había percatado que la joven llevaba aquella caja donde solía llevarle la comida a su padre.

-Es té de nenúfar.-dijo Liánhua.-Te ayudará a paliar el dolor y a cortar la hemorragia.-

La joven se acercó al herido y con la ayuda de Yimin lo incorporaron un poco para que pudiera beber. Yogun sintió el fresco té en su boca y sintió un placer indescriptible al saciar su sed.

-Voy a seguir despellejando a las criaturas. Liánhua se quedará contigo un rato.-dijo Yimin.

You asintió. Le parecía extraño que una miembro de otro clan viniera a cuidarle, pero le encantaba que estuviese allí, se sentía dichoso por tener a la chica de sus sueños junto a él.

-Fuiste muy valiente. Todos te lo agradecerán.-dijo la joven sacando paquetitos de comida de la caja de madera.-Espero que tengas hambre he traído mucha comida.-

La verdad es que el joven no tenía ni pizca de hambre, pero en seguida pensó que disfrutaría de cada bocado como si fuese el último. Ninguna mujer traía comida a un hombre de otro clan a no ser que estuviesen prometidos. Liánhua se estaba ganando una regañina terrible, si su padre se enterara seguramente la azotaría y castigaría severamente.

-Tu padre...-atinó a pronunciar el joven.

-Tranquilo, él me ha mandado venir aquí, dice que lo mereces y eres el candidato número uno para desposarme.-

Yogun no pudo evitar sorprenderse. ¿De verdad su padre le quería a él como esposo para su hija?

-¿Te sorprende?- dijo la joven sacando kuaizi, o palillos para comer, y un cuenco con arroz hervido y salsa de hierbas selváticas.

Yogun asintió. -¿No le importa que sea un maldito?-

Liánhua sonrió y comenzó a darle de comer en la boca. Estaba claro que él iba a ser su esposo,¿Qué padre mancharía el honor de su hija dejando que diera a un hombre que no será su marido?

-Espero que te guste, no tuve mucho tiempo para prepararlo.-

El joven asintió con la boca llena. El arroz estaba delicioso, Liánhua era una excelente cocinera, algo que le aliviaba.

Tardó una hora en comerse todo lo que la joven le había traído. Cuando terminó de darle de comer la joven recogió los cuencos y volvió a meterlos en la caja de madera.

-Voy a cambiarte el vendaje.-dijo la joven segundos antes de salir por la puerta.

El joven intuyó que la chica había ido a buscar un nuevo vendaje pero lo que ocurrió le llamó mucho más la atención. La joven traía un barreño enorme, que utilizaban de bañera para lavarse. ¿Pensaba bañarlo? Yogun se quedó atónito, todo lo que estaba ocurriendo en aquel día le indicaba que iba a casarse con él. A pesar de todo el dolor que la herida le causaba no podía estar más contento ante aquella noticia.

La joven comenzó a hacer viajes trayendo agua para llenar el barreño.

-¿Vas a...?-

-No.-dijo riendo la joven.-Eso lo hará tu hermana. Mi padre aún no está decidido del todo.-

Las esperanzas de poder casarse con ellas disminuyeron. ¿A qué jugaba aquel hombre? Pensó en su padre, si él estuviera allí seguramente no consentiría que la joven entrara e casa sin haber pactado antes la boda.
Yogun suspiró mientras observaba a la joven llenar el barreño.

-Tengo que llevar la comida a mi padre, vuelvo en cinco minutos para cambiarte las vendas.-dijo la joven terminando de llenar de agua el recipiente, para después salir de la habitación. Segundos después llegó Yimin.

-¡A bañarse You!-gritó bastante contenta la joven.

-¿Por qué estás tan contenta? ¿Te alegra que dependa de ti?-

Yimin se echó a reír mientras le quitaba el vendaje a su hermano. -En absoluto.-dijo sonriendo la joven.- ¡Los del clan me han ofrecido ir a cazar con ellos!-

Yogun se sorprendió gratamente. Las mujeres no solían ir a cazar y ella siempre iba como su escudera, que la invitaran a cazar con ellos significaba que la apreciaban como cazadora, que habían podido comprobar que como ellos, la joven tenía mucha habilidad para acabar con aquellas criaturas.

-¡Eso es genial Yim!-

-Lo sé.-respondió la chica terminando de desnudar a su hermano para meterlo en el barreño. -Pienso demostrar que soy tan buena como tú.-

Yogun arqueó una ceja, cuestionando aquella afirmación de su hermana.

-¿De verdad crees que eres mejor que yo You?-

Yogun se echó a reír indicándole a la chica que estaba bromeando, acto seguido ella también se echó a reír.

-¿Qué tal con tu futura esposa?-preguntó la chica cambiando radicalmennte de tema.

Yogun agachó la cabeza ruborizado. Sabía que no tenía que sentirse así delante de su hermana pero era inevitable después de saber que el padre de la joven lo quería como pretendiente.

-¿Te lo ha dicho?-preguntó el joven.

-No, pero si viene a cuidarte es porque será así. Está manchando su honor, el de su familia y el de su clan. Dudo que se la juegue sin permiso de su padre.-

-Lo tiene.-aclaró el joven.-Es más, me dijo que él se lo había ordenado.-

-Ves, ¡Lo sabía!-dijo la joven.-Era imposible, con lo boba que es que fuese tan valiente como para jugársela a su clan de esa forma.-

Yogun miró fijamente a su hermana, recriminándola con la mirada por haber dicho aquello sobre la joven.

-Has de reconocer que se la ve muy pura y no parece tener una faceta rebelde.-

Yogun asintió.-Si, en eso tienes razón.-

-¿Estás contento ahora que sabes que eres el elegido?-

-Aún no es seguro, soy de los favoritos, pero no el elegido.-

-Pamplinas, seguro que te escoge a ti.-

La joven terminó de bañar a su hermano y le ayudó a salir del barreño.

-¿Has visto como tienes la herida? Mamá te la cosió.-

Yogun miró el corte ya cosido, era bastante grande y le dolía muchísimo. -Podría haber sido peor ¿no?-dijo al ver que tenía bastante buen aspecto.

-Sí, tuviste suerte de tener a una cazadora tan buena como yo cubriéndote las espaldas.-dijo la joven fingiendo superioridad ante su débil hermano.

-Si, ¿Qué haría sin ti?.-dijo riendo el joven.

La chica le ayudo a vestirse poniéndole los pantalones para cuando Liánhua viniera. -Tengo que irme con los chicos a cazar, ahora vendrá Liánhua a ponerte un nuevo vendaje.-

-¡Suerte Yim!-

-Los buenos cazadores no necesitamos suerte.-respondió la joven, segundos antes de salir de la habitación.

Yogun sonrió, aquella frase él siempre la decía. Se sentía muy orgulloso de su hermana y sabría que en ese día demostraría lo buena cazadora que era.

La joven cogió uno de sus manguales,el Xabsian de su hermano  y utensilios de caza antes de despedirse de su madre y salir por la puerta de su casa.

-¿Estás lista?- le preguntó Fu Min el jefe del clan y a su vez jefe de los Lièrén de Yon-chi.

-¡Lista!-respondió la chica.

En aquella pequeña cacería irían cinco Yon-chi y otros cinco del clan Fua-Peng. Las cacerías se dividían entre los clanes. Cada semana dos clanes distintos se encargaban de cazar, para así poder conseguir sustento para todos los que vivían en el Jiao y material para intercambiar con los clanes de Xian.

-¿Qué tal estás muchacho? Pensé que no vendrías tras el incidente de ayer.-dijo el jefe del clan Fua-Peng.

Yimin se quedó perpleja al igual que sus compañeros de clan. ¿Pensaba que era su hermano? La joven no había tenido tiempo de limpiar el traje de escudera que solía llevar siempre, que había pertenecido a su padre, y por supuesto tampoco había hecho los cambios que su hermano le había aconsejado para hacer que su vestimenta fuese más femenina. La suciedad el traje, que hacía que se pareciera más al que solía llevar su hermano, y que le había robado a éste su armadura de gallimimus, podían hacer que la confundieran con Yogun, algo de lo que no se percató hasta el momento.

La joven intentó replicar al jefe del clan vecino, pero su propio cabecilla se adelantó.

-Yogun es un chico fuerte, puede con absolutamente todo.- dijo tocando el hombro de Yimin.-¿Verdad You?-

Yimin asintió a pesar de haberse quedado atónita. ¿Estaba fingiendo que era su hermano?

-¿Y tu escudera? ¿Hoy no te acompaña?-preguntó el líder de los Fua-Peng.

-Tiene que cuidar a mi madre y hacer algunas cosas más.-dijo la joven intentando imitar la voz de su hermano.

-Es una pena, teníamos ganas de verla en acción.-Dicho esto ambos clanes se pusieron en marcha dispuestos a adentrarse en la espesa selva.

-Es mejor que crean que eres tu hermano, los Fua-Peng son muy estrictos en cuanto a las mujeres.-le susurró su líder.

Yimin asintió asumiendo lo que su jefe le había dicho y recordó como a principio de semana su hermano le dijo que no hacía falta que viniera con él a la cacería. ¿Era por culpa de los Fua-Peng? Cada cierto tiempo solía hacerlo, le daba excusas para que no fuera con él de caza, pero ella solo pensaba que quería demostrarse a si mismo y a los demás cazadores que podía ir sin escudero. Nunca pensó que fuese por prejuicios de otros clanes. La chica se entristeció un poco. Quería demostrar lo que valía y si no la dejaban ser ella misma y tenía que fingir ser su hermano, ¿Cómo podía hacerlo?. Desenfundó el Xabsian de su hermano, que pesaba mucho más de lo que ella recordaba y siguió a su líder dispuesta a dar lo mejor de sí misma.

Habían estado cazando durante dos horas, Yimin había conseguido derribar a dos deinonychus y había ayudado a uno de sus compañeros a cazar un par de gallimimus más para la granja. Solían criar algunos saurios de pequeño tamaño o herbívoros para así asegurarse comida en tiempos donde no se pueda cazar o no haya suficientes presas. Además éstos servían muchas veces de cebo para trampas.

La joven se alejó del grupo siguiendo el rastro de un velociraptor. Sabía que no estaba bien separarse del grupo, era una locura, podías encontrarse con Tyranosaurios, dragones o incluso algo peor, megadracos, dragones de mayor tamaño y con un apetito voraz, capaces de comerse al mayor de los dinosaurios de un solo bocado.Igualmente, no le importaba, quería demostrar que era buena igual que su hermano, aunque fuese demostrárselo a si misma. La chica continuó siguiendo el rastro del saurio tal y como su hermano le había enseñado, observó las pisadas con sigilo, las ramas partidas en la frondosa selva y de repente se topó con algo que la asombró por completo.

Una pareja de velociraptors yacían en  el suelo muertos y  semidevorados por otras criaturas. Al lado un nido con los cascarones rotos, no porque las crías hubiesen conseguido salir de éstos si no porque habían sido devorados. Yimin aún pudo ver alguna que otra parte de las crías dentro de aquellos huevos.  Yimin se disponía a marcharse cuando de repente entre la maleza vio un huevo más, que al parecer se había caído del nido. En ese vistazo rápido le pareció que éste estaba aún cerrado pero pensó que era imposible. ¿Qué criatura no se hubiese dado cuenta de que estaba allí? Comenzó a andar sobre sus pasos intentando encontrar al grupo lo antes posible, si el jefe de su clan se percataba de que no estaba, cosa que seguro que ya había hecho, se enfadaría muchísimo e incluso podría azotarla, pero algo dentro de ella le dijo que debía girarse, que debía comprobar que aquel huevo estaba verdaderamente roto y que la criatura de dentro completamente devorada. Yimin dio media vuelta y cogió el huevo, para su sorpresa estaba entero.

-¡Vaya!- gritó la joven. Aquel hallazgo le pareció sorprendente. ¿Podrían domesticar a un velociraptor al igual que hicieron con otros saurios? Rápidamente corrió en busca del grupo, tardó solo unos cinco minutos en encontrarlos, estaban buscándola como locos y casi ya la daban por perdida.


Licencia de Creative Commons
El Dragón Dorado I: La caza del dragón. by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

martes, 13 de agosto de 2013

Kartia: Puerto Arrecife.

Bueno hoy vengo a presentaros una unión que me tiene bastante ilusionada. Hace tiempo comenté a unos amigos que también son buenísimos escritores, que me encantaría que hicieran una historia basada en mi mundo, sería un honor poder tener una de sus historias en mi mundo, puesto que tienen una imaginación envidiable y un estilo literario, muy diferente al mío y a la par entre ellos, pero también exquisito. Esa idea, quedó únicamente en lo que era, una idea, un futuro lejano que podría o no ocurrir.

Pero todo cambió cuando hace unas semanas volví a recordárselo a uno de ellos, que al parecer y al contrario de lo que yo pensaba, no estuvo presente en el momento que comenté hace tiempo la idea. A él le fascinó la idea tanto como a mí y en seguida supo como iba a encaminar por Kartia a un personaje que tenia ya creado y que podía servir para una historia en mi fantástico mundo.

Así nació Kartia:Puerto Arrecife, poco a poco mi amigo comenzó a preguntarme sobre algunos lugares, personajes, etc. con la intención de recabar la suficiente información para poder escribir la historia. Y del fruto de su esfuerzo, trabajo, dedicación y sobretodo gran imaginación y dotes como escritor, tenemos el primer capítulo de esta historia. Aquí os la dejo junto a su información , donde podéis encontrarlo, etc..

-Blog: Las dos caras de la realidad.(podéis encontrarlo siempre que queráis en el apartado de Blog Amigos)



HISTORIA:

KARTIA: PUERTO ARRECIFE.

Un viaje inesperado

La humedad calaba mis huesos, tan solo podía escuchar el batir de las olas en mis oído, además de la deslumbrante luz solar de lugar donde estaba, la cual me hizo parpadear varias
veces con mi ojo bueno para poder ver claramente. Me saludo un cielo ...ver más.



lunes, 12 de agosto de 2013

Fragmento de El Dragón Dorado I: La caza del dragón. Parte I

Todos en Dreaco se encontraban el la recogida del arroz. Dentro de la muralla de Xian el único reino de las Islas de los Dragones, la gente festejaba la Xusian. La Recogida, era una de las fiestas más populares del reino, que consistía en trabajar por la mañana recolectando en los campos de arroz y por la noche festejar y dar gracias a Suyine el Gallo, mascota de Kartia que sembró las primeras semillas en las lslas.

Fuera de la muralla, el festejo era menor, no solo porque sus campos de cultivo no eran tan fértiles como los de la ciudad amurallada si no también por los peligros que conllevaba vivir fuera de Xian. Además dependiendo de como fuera la cosecha podría llevarse a cabo una Quingxi, o purga, que consistía en acabar con los miembros más débiles de los ocho clanes que habitaban el Jiaõ, el espacio de territorio que está fuera de las murallas de Xian. Esto podía implicar que se sacrificaran enfermos, mutilados, ancianos e incluso algunos individuos extremadamente débiles o que eran incapaces de cazar o defenderse.

Yimin preparaba canturreando un exquisito plato de arroz y carne de Deinonychus un pequeño dinosaurio que había cazado su hermano el día anterior. Su hermano mellizo Yogun era cazador, uno de los mejores de su clan ,Yon-chi, ella era su escudera aunque como él, sabía cazar casi cualquier tipo de dinosaurio. Las mujeres no se entrenaban para ser Chinpei, puesto que en la Jingxuan, Elección, nunca se ponían  sus nombres. Éstas debían saber lo básico de la lucha para defenderse de un reptil o dragón pero no tenían por que llegar a ser auténticas cazadoras. Yimin deseaba serlo, se había convertido en la escudera de su hermano, algo que solían hacer los niños que tenían menos de catorce años, para poder llegar a convertirse en la primera Chinpei. Su hermano, la animaba y le brindaba todos los conocimientos que su Laoshi le había brindado en su época de escudero a él. Yogun y Yimin habían cumplido los catorce años ese mismo año lo que significaba que a finales de éste , el nombre del joven podría salir elegido en la Jingxuan para representar como Chinpei a su clan y luchar por que éste puediera entrar en Xian.

Yogun estaba entusiasmado, había hecho rituales de oración para que los Dioses le permitieran ser él el representante de los Yon-chi. Por desgracia todos sus guerreros habían muerto, eran ancianos o sufrían graves mutilaciones debido a los ataques repentinos o la caza. La natalidad entre los Yon-chi no era muy alta, pocas mujeres de otros clanes querían casarse con los Lièrén malditos, título que se les otorgó al ser ellos los culpables de que el reino de Xian perdiera las Islas de la Salvación a manos del  Shõgun Sasken de Nihona.  Yogun era la esperanza que tenían los Yon-chi de poder entrar en la ciudad y recuperar su honor.

-¡Qué bien huele hermanita!- dijo Yogun entrando en su humilde casa.

-Es Cho-Tang, tu plato preferido.-dijo ésta meneando la sopa y volviendo a canturrear.

-Madre, ¿Cómo se encuentra hoy?-preguntó el joven dejando su enorme Xabsian en el suelo y acercándose a la mujer.  Huazisè, como se llamaba la madre de los mellizos era una Boe, una tullida, que sufriría las consecuencias de la purga si ésta se realizaba. La mujer había perdido una pierna en el ataque de un Allosaurio Minimal, el más pequeño de su especie que medía unos siete metros aproximadamente. La mujer no solo quedó tullida de por vida si no que en ese mismo instante también se quedó viuda,sola y con dos criaturas recién nacidas. Huazisè tuvo suerte de que su clan se ocupara de ella y de sus pequeños hasta que éstos pudieron hacerse cargo de ella.

-Me duele el muñón You, se avecina tormenta.-

Su madre se había convertido en la meteoróloga del clan desde que su pierna había sido amputada. Siempre que lo poco que quedaba de su miembro le dolía solía haber grandes tormentas que echaban a perder muchos campos de cultivo y atraían a las fieras.

-No te preocupes madre, estaremos atentos.-Yogun cogió un trozo de pan de arroz recién hecho, cargó su enorme Xabsian sobre su espalda y salió de la casa.

-¡No tardes, la comida está casi hecha!-gritó su hermana al verle salir.

Yogun escuchó a su hermana, pero no respondió, debía seguir vigilando Jiaõ como todos los aspirantes a Chinpei de los otros clanes. El joven se dirigió a su poste de vigilancia, era un poste gigantesco en cuya cima se encontraba una pequeña plataforma donde el Jingtì,vigilante, se colocaba teniendo así una visión más completa de las bastas llanuras y la selva de Dreaco. El poste debía subirse escalando por unas escaleras improvisadas con clavos, para bajar con mayor rapidez se había ingeniado un ascensor de cuerdas con un peso que debía ser bajado nada más se usaba para evitar que en un ataque el vigía se quedara atrapado en las alturas o tuviera que bajar por las escaleras poniendo su vida en peligro. Aquel método era una forma de bajar del poste e cuestión de segundos.

 Yogun se crujió la espalda y observó a Liánhua, la chica más guapa de todo el Jiaõ. El joven soñaba con poder ganar la Shouliè, la Cacería, para poder conseguir entrar en Xian y que ella quisiera casarse con él. Amaba a esa muchacha, era bella, dulce, educada y digna esposa para cualquier Lièrén o Chinpei. La joven sonrió en un tímido saludo y después comenzó a subir las escaleras del poste de vigilancia de los Kan Depao, su clan. Yogun alzó la vista y vio a Ten-chen, el orgulloso padre de la joven y uno de los mejores Lièrén  que su clan tenía. El hombre era el único de su generación que quedaba vivo, porque jamás había sido elegido como Chinpei,algo que el hombre anhelaba.

Los Lièrén era como se conocía a los cazadores, todos se entrenaban con fervor para ser elegidos Chinpei y poder honrar a su clan consiguiendo un sitio en el Xian, aunque no todo era tan bonito como podía parecer. Yogun conocía las consecuencias de no ganar la cacería y era algo que en algunas ocasiones le atormentaba.Todos los que no conseguían ganar trayendo la cola de dragón más grande, debían ser sacrificados como carnaza para los dinosaurios, reptiles y dragones que amenazaran la ciudad.

Yogun observó lo que ellos conocían como la barrera de condenados. Éstos se encadenaban rodeando el Jiaõ hasta la muralla de Xian, así cuando algunas criaturas se acercaban al reino se entretenían comiéndose a los pobres desgraciados. En aquellos momentos solo quedaban tres condenados, una mujer joven hija de un Chinpei del clan de Fua-Peng que había muerto en su cacería y dos de los últimos Chinpeis del clan de Yogun y del Clan Shuõge, otro de los clanes más desgraciados de las afueras de la muralla. El joven observó a Fehui, el condenado de su clan, aquel hombre había sido como un padre para él y le partía el corazón que estuviera allí. Yimin, se encargaba junto a su familia de que no muriera de hambre, pues pocas criaturas eran carroñeras en aquel lugar y un cadáver podría traer muchas enfermedades.

Cuando Yogun se dio cuenta la joven ya había subido los diez metros que medía el poste de vigilancia. You, sonrió. Aquella chica le fascinaba. Volvió a crujirse la espalda y comenzó a subir el poste de su clan.

-Jung Hen, me encargo yo a partir de ahora, ves a comer.-dijo Yogun que ya había llegado a la cima.

-¿Has comido ya joven?-

Yogun negó con la cabeza.-Dile a mi hermana que me traiga la comida aquí.- Sabía que su hermana odiaba que hiciera eso, pero él sentía la necesidad de demostrar que era el mejor del clan. Si por mala suerte su nombre no salía elegido entre los nuevos Chinpeis, probablemente el que representara a su clan sería un hombre anciano. Él tenía que cuidar de que todos los posibles Chinpeis estuvieran descansados y de una sola pieza y por eso procuraba hacer todo el trabajo peligroso o duro.

-Está bien, gracias joven.-dijo el aciano cazador que recogió sus cosas y bajó por el rápido mecanismo de cuerdas para después volver a bajar el peso que permitiría a Yogun descender con rapidez de allí.

El joven observó a Liánhua que se encontraba a unos metros a su izquierda en el poste de su clan. Le había traído la comida a su padre y meticulosa iba sacando uno a uno los paquetitos con el almuerzo. Yogun soltó sus armas, el Xabsian, el Guan Dao, la espada Jian y el Kanabo, para después quitarse la armadura de piel de Gallimimus.

Cada clan tenía una vestimenta distinta, un símbolo que los representaba y unos colores. El de Yogun era una vestimenta sencilla de medias blancas, pantalón y camisa de color negro y una armadura rojiza hecha con la piel teñida de algún reptil, en su caso el de un Gallimimus. Su símbolo era la representación escrita del coraje. Su clan era el único que poseía los tres grandes colores del Rey, el color del cuarzo, del rubí y del onix. Esto se debía a que antiguamente había sido uno de los clanes más importantes de Xian encargándose de la vigilancia y protección del Wang, rey o emperador. Solo les diferenciaba un color del clan del Wang de Xian, el dorado. Cuando un guerrero se convertía en Chinpei se le fabricaba una armadura propia con los colores de su clan que representaban su personalidad. Yogun deseaba que el Jiange, el artesano, de su clan le hiciera su armadura.

Yogun se percató de que la joven le observaba de reojo mientras le servía el té a su padre que había comenzado a comer. En un acto de alardear el joven deshizo el lazo de su trenza y ésta para que su pelo quedara suelto ondeando al viento. El pelo para los cazadores era un símbolo muy importante, cuanto más largo y bonito tenía el pelo un cazador mayor era la suerte que los Dioses le otorgaban. Los padres antes de elegir marido para sus hijas se fijaban en sus melenas, cuanto más fuerte, brillante,lisa, oscura y larga fuese, mayor prosperidad podría proporcionar a su mujer. Para las mujeres era un símbolo de sexualidad y belleza. Liánhua se percató del cortejo de Yogun y enrojeció haciendo que su padre también se diera cuenta. El hombre observó a disgusto al muchacho que rápidamente volvió a recogerse el pelo en una simple cola de caballo.

-¡Eres un idiota!- escuchó desde debajo de su poste. El joven se asomó y vio a su hermana gritando. Suspiró y le gritó que subiera a traerle la comida. Yimin comenzó a subir cargada con la comida de su hermano. Yogun sonrió a Liánhua que le miraba fijamente sonrojada y sin dejar de sonreír. Yogun era uno de los Lièrén más jóvenes que quedaban a las afueras de Xian y cumplía a la perfección el canon de belleza de las mujeres xianitas. La joven se despidió alzando la mano y bajó por el ascensor. Yogun se quedó observándola hasta que se metió en su casa.

-Deja de mirarla, jamás querrá estar con un maldito.-dijo Yimin dejando la comida en el suelo de la plataforma y subiendo el último peldaño.

Yogun resopló ante la afirmación de su hermana y se sentó en el suelo para abrir las cajitas de comida que le había traído.

-Mamá quería que comiéramos los tres juntos.-dijo la joven observando la cúpula rosada que protegía a Xian de los ataques de los saurios.

-Lo sé, pero he de impresionarle para que me deje casarme con ella.-dijo guiñando un ojo y señalando con la cabeza al padre de Liánhua.

Yimin no podía evitar sentirse celosa cuando su hermano hablaba de casarse. Él no tendría ningún problema en conseguir una mujer con la que compartir su vida a pesar de la maldición que supuestamente recaía sobre su clan. Era guapo, apuesto, valiente y uno de los mejores cazadores a pesar de su juventud. En cambio ella....Todos creían que era un chico, incluso la confundían a veces con su hermano, la llamaban escudero y en ocasiones la obligaban a ir a los baños de hombres alegando que era un niño. ¿Qué hombre querría casarse con una mujer que físicamente es igual a otro hombre?
 Muchos de los clanes pensaban que era el hermano pequeño de Yogun y que por eso éste le entrenaba haciéndole su escudero. Los mellizos se parecían mucho a pesar de la diferencia de estatura, concretamente Yogun medía veinte centímetros más que su hermana, lo que hacía que los demás pensaran que era más joven que él. De cara eran muy parecidos y debido a que los dos llevaban el pelo igual de largo y siempre recogido de la misma forma, hacía que fuese prácticamente imposible distinguir a Yimin como una mujer. Su falta de atributos femeninos, como el pecho, también ayudaba a ello. Las mujeres xianitas no se caracterizaban por tener un busto grande pero Yimin incluso tenía menos que algunas niñas más jóvenes que ella. A ella nunca le había importado parecerse a su hermano e incluso que pensaran que era un chico, hasta que su hermano había empezado a pensar en casarse. Ella procuraba buscar un candidato para casarse con ella pero ninguno la miraba como una posible prometida, todos la veían como el escudero.

-¿Qué ocurre?-dijo el chico metiéndose un trozo de pan de arroz en la boca.

-No quiero que te cases. ¿Qué haré yo sola?-

-Estarás con mamá y seguirás viviendo conmigo hasta que encuentres un hombre.-

-¿Cómo voy a encontrar un hombre si todos creen que soy un niño?-

Yogun sonrió aunque sabía que aquello era algo que preocupaba a su hermana.-No eres un chico, eres una joven xianita preciosa, solo necesitas dejar de vestirte con la ropa de guerrero de papá.-

-Soy tu escudera. ¿Cómo debería vestir?-

-Eres muy femenina, sabrás como decorar el traje para que te reconozcan como mujer.-

Yimin asintió y se percató de que su hermano tenía la trenza deshecha. Se sentó tras él y comenzó a hacérsela mientras él comía.

-¿Le has mostrado tu melena?-

-Así es.-dijo el joven con la boca llena.

-Se habrá vuelto loca, no hay ningún hombre en toda la isla que tenga el pelo más bonito que el tuyo.-dijo la joven mientras terminaba de hacerle la trenza a su hermano.

De repente se escucharon ruidos en la selva que rodeaba el reino. Yogun se quedó paralizado llevándose un trozo de carne a la boca. Yimin observó la selva y después miró fijamente a su hermano. El joven se levantó y cogió unos anteojos que había en la plataforma. Yimin observó al padre de Liánhua que hacía lo mismo que su hermano, cuando de repente Yogun cogió el mangtong, una flauta de medio metro que daba el sonido de alerta de la llegada de criaturas, y comenzó a tocarlo con fuerza. A él se sumaron los siete vigías más que estaban cada uno en sus postes hasta que comenzaron a escuchar el gong de Xian, informando que habían comprendido el mensaje.

Cada aviso tenía un tono distinto. Si venían por tierra o aire, si eran dinosaurios, reptiles grandes,dragones o megadracos, para cada cosa había un sonido diferente. Yogun dejó de tocar el instrumento, cogió sus armas y rápidamente agarró a su hermana y bajó por el ascensor.

-Ves a por tus armas.-

-¿Qué son?-preguntó la joven.

Yogun cogió la barbilla de su hermana y le giró la cara para que pudiera ver a las criaturas. Una manada de unos veinte velociraptores se acercaban a toda prisa hacia ellos. Yimin salió corriendo hacia su casa en busca de sus armas.  Los velociraptores eran criaturas de pequeña estatura comparados con otros saurios que habitaban Dreaco, los especímenes adultos llegaban a medir un metro ochenta, unos cuarenta centímetros más de lo que lo que Yimin medía,  pero aquellas criaturas eran famosas por su inteligencia y ferocidad. Sus enormes garras les hacían un espécimen letal en manada y bastante peligroso.

Yogun que se había quitado la armadura dejándola en el poste de vigilancia comenzó a correr hacia ellos, sin importarle nada más que defender a su clan. Cuatro de los primeros depredadores comenzaron a matar a la mujer encadenada entreteniéndose con ella. Los dos encadenados que quedaban comenzaron a gritar. Yogun no llegó a distinguir si era de miedo o si intentaban cumplir con su cometido. Unas cuantas criaturas más se entretuvieron con los dos condenados, asesinándolos y devorándolos.

Yogun se paró y cogió su Guan Dao esperando la llegada del primer dinosaurio. El Guan Dao era una especie de lanza con una hoja de sable grande y ancha e la punta y con un peso de metal en el otro extremo para contrarrestar. Aquella arma era muy buena para criaturas ágiles y rápidas.

Yimin llegó en seguida.

-¿Por qué no se acercan?-dijo la joven viendo a los velociraptores acechar a los cazadores sin acercarse a ellos.

-No lo sé.-

Yimin había cogido su tres armas favoritas, el mangual corto con pinchos,el mangual largo de disco y el último el mangual de cadena. La joven llevaba las tres armas colgadas a su cintura, cogió el mangual de cadena, que consistía en una cadena de dos metros que tenía a ambos extremos dos bolas con pinchos, y comenzó a darle vueltas en el aire haciendo que al cortar el aire se oyera un melódico sonido que a ella le apasionaba.

Todos los Lièrén permanecían a la expectativa esperando el ataque de aquellos aletargados dinosaurios. Yogun en seguida recordó todo lo que su madre le había contado sobre aquellas criaturas, eran después de los dragones los saurios más inteligentes. El joven se percató de que las criaturas proferían gritos y se estaban comunicando y entonces lo entendió todo.

-¡Están tramando algo!-gritó Yogun.

Yimin se quedó atónita. ¿De qué estaba hablando?

-Vamos a por esos dos Yim, son los cabezillas.-

Rápidamente Yogun comenzó a correr seguido por su hermana haciendo que los dinosaurios se pusieran nerviosos. Segundos después todos los Lièrén hicieron lo mismo que los jóvenes.

Las dos criaturas observaban a los joven que corrían hacia ellos dieron un fuerte grito y comenzaron a correr en dirección a los chicos.

Yogun empuñaba su Guan Dao cuando el dinosaurio se acercó. La criatura al ver el arma intentó esquivarla con rapidez girando hacia la derecha pero se topó con la bola de púas del mangual de Yimin. El otro velociraptor paró en seco al ver el fuerte golpe que se había llevado su compañero.

-¡Es una hembra!-gritó Yimin observando el color rojizo del cuello de la criatura que había golpeado.  Las hembras poseían plumas más duras y de mejor calidad que los machos por lo que su caza era más valiosa. Que se encontraran ante una hacía que la joven se entusiasmara.

Yogun aprovechó el golpe de su hermana para apuñalar con su lanza a la pobre velociraptor causándole una herida mortal.  La criatura comenzó a gritar de dolor haciendo que su compañero se enfureciera. De repente vieron como de la espesura de la selva salían más velociraptores furiosos y ansiosos por llevarse algo a la boca.

-¡Es el jefe Yimin!-gritó Yogun.

Durante los miles de años que aquella isla había sido habitada por los xianitas habían podido constatar que todas las manadas de reptiles, dinosaurios,dragones o megadracos obedecían a un líder. Si se acababa con él, la mayoría se retiraban en busca de un nuevo líder. Para que aquellas criaturas se marcharan de su territorio debían acabar con aquel pequeño jefe saurio.

Yimin intentó golpear con la cadena a la criatura pero ésta la esquivó de un salto, de repente los dos jóvenes estaban rodeados por unos saurios rabiosos que intentaban defender a su jefe.

-Ocúpate de ellos Yim. Yo me encargaré de él.- dijo el joven sin quitarle ojo a aquel saurio.

Yimin comenzó a girar la cadena con ambas manos,alzando sus brazos para evitar darse a si misma y a su hermano, y después asestar a la vez dos golpes certeros a dos de las criaturas, matando a una en el acto y dejando a la otra ciega de un ojo. La joven repitió varias veces la misma operación con todas las criaturas que llegaban. Su prioridad era que no atacaran a su hermano que estaba concentrado en acabar con su líder.

Yogun miraba fijamente al saurio jefe. Ambos sabían que de aquel enfrentamiento uno debía acabar muerto. El joven cazador había aprendido el lenguaje corporal de los saurios y sabía que al comenzar a dar vueltas a su alrededor le estaba indicando un duelo territorial. ¡Este es mi territorio y no te dejaré pasar! pensó para si mismo el joven. La criatura daba pequeños saltos hacia el frente intentando alcanzar al joven con su afilada garra. Aquellas criaturas utilizaban esa mortal arma no solo para desgarrar la carne de sus victimas para poder comer si no también para alcanzar puntos vitales y conseguir una muerte rápida. Yogun tenía la ventaja de su lanza que era lo suficientemente larga para que el animal a penas pudiera acercarse a él.

A pesar de ser más los saurios estaban en desventaja, aunque eso no impidió a uno de ellos burlar los efectivos golpes de Yimin y saltar rápidamente a atacar a Yogun. El joven sintió la afilada garra perforando la piel de su costado izquierdo,justo debajo de la axila, algo que hizo que se retorciera de dolor cayendo de rodillas al suelo. Yimin escuchó a su hermano gritar y corrió a quitarle al atacante de encima.
La joven consiguió alcanzar al saurio que había herido a su hermano, un gran chorro de sangre salió de la herida del joven justo cuando la garra dejó de taponar la herida. La chica consiguió quitarle a tres saurios más que intentaban rematar la faena que el primero había empezado, lo que hizo que no pudiera deshacerse del jefe que rápidamente al ver que el joven había soltado la lanza dio un salto hacia él dispuesto a clavar su garra en su cuello.

Yogun rápidamente desenvainó su espada Jian y aprovechó el saltó de la criatura para clavársela en el vientre desparramando al sacarla del cuerpo todas las tripas del saurio. Yimin estaba ocupada evitando que más velociraptores se unieran a aquella pelea entre su hermano y el líder por lo que no se dio cuenta de lo que éste había hecho. Solo cuando empezó a ver como muchos de los saurios salían despavoridos se percató de lo que había ocurrido.

Las criaturas comenzaron a adentrarse en la selva nuevamente dejando los cadáveres de algunos de sus congéneres y de sus líderes como trofeos para los triunfantes xianitas.

-¿You estás bien?- dijo la joven dirigiéndose a su hermano tan pronto la última criatura con la que peleaba había huido.

El joven se puso en pie y observó la cantidad de sangre que había en el suelo. Su hermana le levantó la fina camisa que había sido perforada por la letal garra del saurio y vio la enorme herida que le había causado. La herida sangraba profusamente. La joven miró el suelo ensangrentado y pudo observar el chorro de sangre que había salido de la herida de su hermano al dejar de ser taponada por la garra del saurio.

-¡Tiene que verte el médico!-gritó la chica.

Yogun permanecía callado mientras volvía a enfundar su espada y su lanza.

-¡You!-gritó su hermana.

El joven escuchó a lo lejos aquel grito y de repente empezó a nublársele la vista, sintió náuseas y cayó en redondo al suelo ante los atónitos ojos de su hermana.

Licencia de Creative Commons
El Dragón Dorado I: La caza del dragón. by Lidia Rodríguez Garrocho is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.